La Vidriera del Mairena


-Dios tolera lo intolerable; es irresponsable e inconsecuente.
No es un caballero.
(Don Jaime de Astarloa. El maestro de esgrima.)

-Escribir es meterse en charcos.
(Juan de Mairena.- Maestro Vidriero).


.

30/5/07

Jennifer.

Original en El Café del Foro > enero/05
Jennifer Beltrame era una chica guapa. Guapa y joven. Pero eso no evitó que tuviera mala suerte. La que le llevó, viajando con su novio en una vieja furgoneta con la que recorría España, a la barriada de Sopalmo, en el levante de Almería.
El Sopalmo es una especie de oasis entre montañas, algo idílico, pero para ella las puertas de su adios. Alguien les habló de que siguiendo un estrecho camino que allí se toma, justo 2 kilómetros de bajada hacia el mar, encontrarían una pequeña cala, de aguas limpias, arena dorada, y solitaria.... muy solitaria.
Era el 2 de noviembre del 2001. En Almería no llueve nunca.... o casi nunca. Pero cuando se decide, es tanta sed la de la tierra, que a veces parece cayera el Diluvio Universal con arca y todo. Y esa noche llovió..... o diluvió, y lo que esa tarde había sido una rambla árida y seca, el camino del Paraíso, se convirtió en pocos minutos en la antesala del espanto, la puerta del infierno. Probablemente cuando se despertaron sobresaltados, la furgoneta ya estaba siendo arrastrada por el agua enloquecida que corría entre los altos riscos buscando desesperadamente el mar. El novio, a duras penas, pudo escapar huyendo hacia la orilla. Ella, sencillamente, no pudo. El agua, el miedo y las altas paredes que forman aquel embudo fueron demasiado para sus fuerzas.
No encontramos su cuerpo hasta dos días después, arrojado por el mar a la playa, cansado ya de jugar con él. Les cuento esto porque esta mañana he visto que sus amigos han colocado en el lugar, inaccesible como pocos, una placa con su foto y con su nombre. Y escrita en cinco idiomas, una dolorosa advertencia:
“SI LLUEVE NO ACAMPAR AQUÍ. SE MUERE”.


24 de agosto de 2013
Esta tarde, la historia interminable, he vuelto a bajar a la cala del Sopalmo. Sergio me pidió una historia que le ayudara a cruzar el umbral de la siesta y me acordé de Jennifer Beltrane. Quedó atrás ya la época de cuentos fantásticos y divertidos; Zaragata es sólo un recuerdo.

Así que le referí la triste historia de la italiana Jennifer y su novio. De cómo llegaron con su caravana a la barriada del Sopalmo.
De como alguien les indicó que, rambla abajo, encontrarían una cala pequeña, coqueta y solitaria.
De como los ojos del puente fueron los últimos que la vieron con vida.


13ago-416

De como aquella noche cayó el diluvio universal en unos pocos metros cuadrados y la tranquila rambla se convirtió en una trampa mortal de la que Jennifer fue incapaz de escapar.
De como buscamos el cuerpo de Jennifer sin éxito, hasta que el mar, cansado de jugar con él, lo arrojó a la playa como un muñeco de trapo.
De como sus amigos colocaron en el lugar una placa, recuerdo y advertencia, de que “aquí se muere”.


13ago-419

A día de hoy, limpia y cuidada, la placa continua en el lugar acompañada de algún muñeco de trapo y alguna flor marchita dejada por aquellos que la lloraron o aún la lloran. Ciao amore.

13ago-417

Tengo que volver a bajar acompañado de Sergio. Contarle como durante dos días pateamos los acantilados con la esperanza de encontrarla viva. Que sepa que es una rambla y el peligro que entraña. Referirle donde el mar dejo su cuerpo inerte para que lo entregásemos a los que la querían; que ya éramos todos. De la impotencia y la resignación. De otra vida más allá de esta. De que en la vida real no todos los cuentos acaban con el “y fueron felices…”
Con ocho años ya se pueden ir aprendiendo esas cosas.
Y si es de la mano de su abuelo –la historia interminable- mejor que mejor.


13ago-418
La cala del Sopalmo, casi siempre un paisaje idílico.

6 comentarios:

Torolé dijo...

Siempre cuando bajo a este lugar magico me voy a rezar y tengo un pensamiento por Jenny, el angel de la guarda de un rincon sin tiempo...que siempre nos lo cuide como està.

Noara dijo...

yo estuve el año pasado y la verdad es que no me fije en la placa. hoy volvi a ir, la vi, la lei y cuando llegue a casa busque q paso aquel dia. me trajo hasta aqui. lo he leido ya por lo menos 3 veces, me pone los pelos de punta, el imaginar lo q pudo pasar aquella chica en esa trampa mortal. sinceramente, ya no veo esa playa como la veia antes,,, gracias por a informacion

Unknown dijo...

No he podido evitar fijarme en la placa y la curiosidad me ha llevado a indagar por la red y conocer la causa que provocó el deceso de esta joven en un paraje tan idílico pero tan traicionero.Desvansa en paz Jennifer.

Unknown dijo...

Descansa en paz ....

Anónimo dijo...

He estado allí, y la verdad que el lugar pinta peligroso con la Lluvia.

He sentido un profundo respeto.

D.E.P

Juan de Mairena dijo...

Gracias por tu comentario.