La Vidriera del Mairena


-Dios tolera lo intolerable; es irresponsable e inconsecuente.
No es un caballero.
(Don Jaime de Astarloa. El maestro de esgrima.)

-Escribir es meterse en charcos.
(Juan de Mairena.- Maestro Vidriero).


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11/6/13

el caso Theodoros

La noche del 7 de junio de 2013, el Theodoros, un carguero de 60 metros de eslora de nombre griego, bandera panameña y tripulación egipcio/tunecina, navegaba en lastre desde el puerto de Chenia –Creta- y con destino declarado en Nigeria. Una amalgama de circunstancias de muy previsible resultado.

Dedicado habitualmente al transporte de vinos, hace mucho tiempo que los mejores días del Theodoros han quedado atrás. Abandonado de Dios y de los hombres, ahora sobrevive con cabotaje de deshecho, transportando aquello que otros se niegan a transportar y las más de las veces con dudosa procedencia o destino.
A unas pocas millas de la Isla de Alborán la máquina del Theodoros, botado en 1967 y sin ITV que lo amparase, ya no aguantó más. El eje de la hélice saltó hecho añicos y sobre dejar el barco sin tracción, ocasionó una vía de agua que poco a poco fue inundando la sala de máquinas. La tripulación, compuesta por cuatro egipcios y dos tunecinos, lanzó –a su pesar- un SOS recogido en la torre de Salvamento Marítimo de Almería que, de forma inmediata, envió socorro. Como el lugar no se encontraba a más de 55 millas de la costa y la mar –a dios gracias- era un plato, la ayuda no tardó en llegar.

Lo que los hombres del SAR Mastelero y una patrullera de la Guardia Civil contemplaron les encogió el ánimo. Frente a ellos, en la claridad que la luna reflejaba sobre un mar de espejo, ligeramente hundido de la popa, se mecía lo más parecido a un buque fantasma del siglo XXI. Sobre la cubierta, abandonados a su suerte y sin noticias del armador ni de naviera alguna que quisiera cargar con el muerto, una famélica tripulación que fue evacuada directamente en helicóptero y puesta a disposición de la delegación provincial de extranjería para su posible repatriación.

El Mar de Alborán, la zona sobre la que se hundía el Theodoros, ahora un amasijo de hierros, óxido, y combustible almacenado en sus tanques, es de especial protección medioambiental. Esta fue la causa que –favorecidos por el buen estado de la mar- se intentara, y finalmente consiguiera, sacar de allí aquella patata caliente. Buzos de Salvamento Marítimo sellaron siquiera precariamente la vía de agua producida y… despacito… despacito… se le remolcó hasta el puerto de Almería, donde con una baliza flotante se ha prevenido un posible escape del fuel.
A uno se le vino a la memoria –de los errores se aprende- que quizás esta hubiera sido la técnica a emplear con el Prestige, de tan infausto recuerdo, aunque otros pudieran decirme, y con razón, que no estábamos barajando las mismas cartas.

13jun-283

El caso es que ya tenemos la ruina del Theo en el puerto de Almería… y ahora viene la segunda parte de la historia… ¿qué coño hacemos con el barquito?
Desde hace ya años… demasiados… se pudre en otro lugar del puerto un barco de bandera finlandesa -el OTC Challenger- decomisado en una operación antidroga y del que nadie se quiere hacer cargo, y eso que aquel estaba en buen estado. Repudiado en sucesivas subastas, desamparado de la Administración, ni las ratas parecen querer saber nada de él.

Futuro incierto pues el del Theodoros, que a día de hoy sólo sirve para modelo fotográfico y ser el protagonista de una historia que les haga más llevadero este martes aburrido.

¿Alguien quiere un barquito para este verano?
Con hacerse cargo de la factura del remolque, la asistencia en el mar, la reparación de la máquina, la reflotabilidad y los gastos de consignatarios, seguro naval y fianzas de navegación –que esta vez no se nos escape-, puede ser suyo. Lo del adecentamiento estético puede dejarlo para mejores tiempos.
Total… un pico.

13jun-282

13jun-281

A 10 de septiembre de 2013, tres meses después, el Theodoros sigue pudriéndose amarrado al muelle de levante del puerto de Almería, como así lo recoge un periódico local.

theodoros