La Vidriera del Mairena


-Dios tolera lo intolerable; es irresponsable e inconsecuente.
No es un caballero.
(Don Jaime de Astarloa. El maestro de esgrima.)

-Escribir es meterse en charcos.
(Juan de Mairena.- Maestro Vidriero).


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25/7/21

La Marmolina

Esta vez a mi amigo el Sherpa se le quedó corto lo de "la charca de las extranjeras", que era nuestra meta habitual en estos parajes. Así que superada la cuesta de Atanasio –menudo bicho tenía que ser el Atanasio-, la cuesta Mojones, y otras veinte cuestas más en la mitad de las cuales tuve que descabalgar para recoger el corazón de la cuneta, llegamos a lo más intrincado de la Sierra Bermeja, allá cerquita de donde nace el río Padrón.

A este nuevo conjunto de pozas, las bautizamos como La Marmolina, porque de mármol parecen las paredes que forman el vaso de la piscina.

Cuatrocientos cincuenta metros de desnivel positivo sobre el lugar en que iniciamos la andadura, cuando llegas aquí te bañas sí o sí, porque el capricho se ha convertido, desde kilómetros atrás, en pura necesidad.

Bien es verdad que el esfuerzo queda compensado por la belleza del paisaje y la paz que allí se respira, medicinas ambas que no vas a encontrar en ninguna farmacia.

Para regresar, como aún se le hacía escaso lo de triscar montes a golpe de pedal, nos desviamos hasta el club de tenis donde esta vez finalizamos como es tradición y de reglamento; con un par de cervezas en la mano.

Les dejo un resumen de lo vivido en una calurosa mañana de julio cuando el "terral" de poniente amenazaba con secarnos…