La Vidriera del Mairena


-Dios tolera lo intolerable; es irresponsable e inconsecuente.
No es un caballero.
(Don Jaime de Astarloa. El maestro de esgrima.)

-Escribir es meterse en charcos.
(Juan de Mairena.- Maestro Vidriero).


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29/5/07

Nadal.

Original en El Café del Foro / Octubre 2005
Alucinó con lo que acabo de ver. Rafaelito Nadal, con un pie en su casa y el otro también, acaba de remontar un partido que tenía siete veces perdido y se ha llevado, una vez más, el gato al agua. ¡Tiene cojones la cosa!. 

Los que sabemos algo de tenis, aunque sea poco, se pueden hacer una idea de lo bien amueblada que hay que tener la cabeza para hacer una cosa así. No basta el que sepas jugar muy bien, el que tengas una condición física inmejorable, el que la suerte sea amiga tuya; tienes, además, que poseer un poder de concentración mental de los que no se ven paseando por la calle. Tenía enfrente el niño un monstruo de 1’93 metros de altura, rapao y feo como para dar miedo, jugando un tenis de muchas estrellas, 13 en la lista de la ATP y number one en la lista de su señora madre y con motivación para echar a los cochinos. Un croata al que hasta hace poco sólo conocían en su casa y que pone al contrario contra el paredón de fusilamiento cada vez que recoge las bolas para servir. ¡Un monstruo!. 

Un pero le sigo poniendo al niño, por ponerle alguno. Debería, inmediatamente, de cambiar de asesor de imagen, dejar de usar el tanga que hace que a cada instante tenga que sacarse el hilito de la raja del culo y comprarse, ya tiene dinero, unos calcetines con los elásticos ajustados. Por lo demás…. admiración profunda. 

El tenis, como la vida, es tremendamente injusto. Siempre hay un perdedor, pero en ocasiones la Victoria abraza a quien no debía o es tan estrecha y ruin que se ve incapaz de abrazar a los dos. Tampoco sería justo que yo terminara este post sin citar siquiera a quien estaba al otro lado de la red y por el que siento el mismo respeto que por Rafaelito, IVAN LJUBICIC.

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