Antes de exponer, presento mis excusas a los organizadores de esta feria, pues quizás crean que este mensaje debería estar colocado en otro foro. No es el caso, mi naturaleza apolítica me impide siquiera pisarlo. Y además, no pretendo hablar de política, sino de reacciones humanas, y siempre en la tertulia del café, nunca en el estrado. Prometo, en cualquier caso, procurar no reincidir.
El ser y sentirme asquerosamente apolítico, más bien diria, alérgico a la política, me permiten escribir con absoluta libertad estos pensamientos. El día que encuentre un político a mi medida, habré de envainarmela, pero mientras tanto......
Leo, entre divertido y escéptico, los comentarios que colegas contrarios a los Peperos están dejando en este y otros foros.
Hasta ahora, los mensajes sólo vienen de las huestes derrotadas. Los vencedores, a lo que se ve, deberán estar celebrando la victoria, como no "merecidísima", y aún no han tenido tiempo para escribir nada.
Los mensajes leídos vienen todos a decir lo mismo, algo raro ha pasado pero esto no es lo que tenía que pasar. "Esto es un chanchullo y que me expliquen, pensando yo como pienso, como leches es que han ganado los Peperos con lo repugnantes que son y lo majos que somos nosotros". Y se quedan tan panchos.
Me viene a la memoria el recuerdo de las primeras elecciones libres y democráticas argelinas, hace ya unos cuantos años. Resulta que ganaron los que no tenían que ganar, los más radicales de los islamitas, y los demócratas de toda la vida pusieron el grito en el cielo. Tan en el cielo lo pusieron que se anularon las elecciones y se realizaron otras a modo y medida que el resultado fuese el previsible. Tiene cojones la cosa.
Pues aquí, me da la impresión que está pasando lo mismo.
Exceptuando las primeras manifestaciones de los jefes de los derrotados, que han venido a decir lo "politicamente correcto" aunque se les notase a la legua que pensaban lo "correcto que hubiera sido que ganaran ellos", todas las demás reacciones que he leído pasan por la descalificación del ganador. ¡Chupate esa, Teresa!. U sease, que lo del gobierno de la mayoría, el voto del pueblo, y el poder de las urnas, tienen su sentido siempre que la mayoría sea la mía, el pueblo mi pueblo, y la urna la que yo controle.
Como soy mu Tarugo y estas horas de la noche son absolutamente indecentes para estar fuera de la cama, lo cual altera mi psiquis, no espero siquiera que ustedes me entiendan, mucho menos que compartan mi exposición (eso ya sería la leche), pero no quiero irme a dormir sin quitarme un lastre de encima. Y se me ocurre una idea: Cogemos el capullo, o la rosa, o lo que sea, del PSOE, y la frotamos con las siglas IU, con lo cual quedará inmediatamente envenenada. Luego le damos de comer la flor a la gaviota de los Peperos, con lo cual estirará la pata en un pis-pas. Al funeral podemos invitar al señor Tamayo y a la señora Saez.
Y muerto el perro, se acabó la rabia. Formamos un gobierno con los diez más viejos del país, y los diez más jóvenes, y los diez más listos y los diez más tontos, y los diez más guapos y los diez más feos..... y así hasta que llenemos el hemiciclo.
Juro por la memoria del Capitán Trueno que no lo harán peor que cualquiera de los que ahora se parten la cara por sentarse en el sillón y salir en la foto. Y es más, nos saldrian más baratos.
Que ustedes sueñen con los angelitos.
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