La Vidriera del Mairena


-Dios tolera lo intolerable; es irresponsable e inconsecuente.
No es un caballero.
(Don Jaime de Astarloa. El maestro de esgrima.)

-Escribir es meterse en charcos.
(Juan de Mairena.- Maestro Vidriero).


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1/6/07

Ana y Eloisa.

Colgado en El Café del Foro > diciembre/05

 
Se llamaban Ana y Eloisa, y andaban en la veintena.
Ni sé como se llamaba él ni lo he interesado. Ellas trabajaban en una frutería y se habían levantado a las cinco de la mañana para descargar un camión de fruta. Él, regresaba de una noche de fiesta, puesto de todo menos de mesura. Sus ojos ciegos, su cerebro ciego y su coche ciego se llevaron por delante el ciclomotor de las dos chicas, detenido ante un semáforo en rojo, hasta estamparlas contra la pared del museo arqueológico.
El mismo lugar en el que ahora, acentuando un dramático reguero de grasa y sangre, dos rosas rojas pegadas apresuradamente sobre el muro, las recuerda.

Del homicida… ¿qué deciros? Si acaso que comentó a los policías que actuaron que…. “pagaba el seguro”, y que se negó a la determinación alcohólica. Que ha cercenado dos vidas de un tajo y ha comenzado a llevarse, a pedacitos, las de otros. Que ha obtenido la atormentada titulación, cum laudem, del golfo que vive habitualmente paseándose por el filo de la navaja. Filo que, con demasiada frecuencia, termina degollando antes a los que rodean a esta clase de bichos que al bicho mismo, cosa que también termina sucediendo antes o después.

De ellas, y dejando al margen otras valoraciones (muerte por traumatismo cráneo-encefálico), que podían haber salvado la vida de llevar el casco puesto. O de llevarlo puesto, atado y asegurado, que viene a ser lo mismo.

Quizás hoy se aburran sus mercedes, hoy el jueves con foto no va a salir para nada simpático. Pero mi, digamos, deformación profesional me empuja a pensar en voz alta, a coger por la solapa a quién proceda y zamarrearle un poco, quizás a aquellos de ustedes que tengan hijos en la adolescencia, esa etapa de la vida que las más de las veces se va allá hasta los treinta.

Verán, el casco, en las motocicletas, es para llevarlo puesto. Pero puesto…… en condiciones, esto es, atado con esmero. Si el casco te lo colocas como si fuese una pamela, a efectos de seguridad, es como si te pusieses una pluma en el culo; en caso de golpe, es lo primero que va a salir volando.

En Almería, quiero suponer que como en todos sitios, todos los chicos…. TODOS, llevan el casco tipo pamela. Y son tan ignorantes que, por ignorar, ignoran que el no llevar el casco abrochado es tan denunciable, y además por la misma cuantía, que el no llevarlo.
Si juntas ignorancia (la de ellas), golfería (la de él) y mala suerte….. te vas al otro barrio.

Las navidades se han teñido de amargo para tres familias; pero sabe más amargo porque el trago pudo haberse evitado.

Flores tristes,
parecidas a la venganza,
parecidas al dolor;
mellizas de la desesperación,
gemelas de la incertidumbre,
pesarosas…… como el amor infiel.

Ya ven, el jueves también salió amargo.
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-En su memoria / dos rosas sobre el muro.

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