La Vidriera del Mairena


-Dios tolera lo intolerable; es irresponsable e inconsecuente.
No es un caballero.
(Don Jaime de Astarloa. El maestro de esgrima.)

-Escribir es meterse en charcos.
(Juan de Mairena.- Maestro Vidriero).


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10/2/17

naufragios

-Sobre la tumba de un marino no florecen rosas (Joachim Lehnhoff)
-Todo español de bien debe mear siempre mirando hacia Inglaterra (Blas de Lezo).

Tal día como hoy, de 1895, desapareció en aguas del estrecho el buque de la Armada Española “Reina Regente”. Hace la friolera de 122 años. Con él desaparecieron sus 412 tripulantes.

El buque, la estrella de la corona, pero según los entendidos en la materia mal concebido y peor realizado, no tenía más de siete años. Se había desplazado el día anterior desde Cádiz a Tánger para trasladar a una delegación marroquí. Urgía su regreso a Cádiz para unirse a los festejos por la botadura de otro buque, el Carlos V. Así, a la diez de la mañana, se hizo al viaje pese a la mala mar y al aviso de una gran borrasca en la zona.
Oficiales de otros buques que buscaban abrigo y se cruzaron con el Reina Regente, relatarían que evidenciaba claras dificultades de maniobrabilidad. El mar lo debió engullir entre las 12 del mediodía y las tres de la tarde.

Durante días se alimentó la esperanza de que el buque se hubiera podido refugiar, finalmente, en algún puerto de abrigo. Desgraciadamente y en días sucesivos, un rosario de restos del naufragio sembrado entre las playas de Conil y la de Estepona, confirmaron la fatal noticia.

De sus 412 tripulantes, sólo se salvaron dos. Absolutamente borrachos, no llegaron a tiempo de embarcar en Tánger. Lo que en principio les pareció causa de empuramiento por lo militar, se convirtió en un pasaje al resto de sus vidas.

En la Tacita de Plata, por aquellos días enfrascados en sus populares carnavales, una chirigota cantaba:
¿Qué barquito será aquel
que viene dando tumbos?
será el Reina Regente
que viene del otro mundo.

La mayor parte de la marinería del Reina Regente era de Cartagena, ciudad que sufrió especialmente la perdida. Otro convecino notable, el pintor Manuel Wssell de Gimbarda, plasmó en un sobrecogedor óleo la tragedia de sus paisanos. El cuadro se conserva y expone en el Museo Naval de Cartagena.

naufragio

2 comentarios:

SHERPA dijo...

Hola juan me ha gustado esta historia, muy interesante.
Sigo de vez en cuando tus narrativas.
ah se me olvidaba la avioneta te esta esperando jajaja

Juan de Mairena dijo...

Creo que esperará por los siglos de los siglos, amigo.