Me quedan tres meses para brincar la frontera de los setenta. Ya no contaré los años con el seis, sino con el siete. Que no es lo mismo. Así que tenía que ser ahora o nunca.
Les estoy hablando de subir al Tótem del 13. Una figura
escultórica que el Grupo Senderista Pies Negros vino a colocar allí donde
Cristo perdió las alpargatas.
Valga en mi descargo que si llego a saber, con exactitud,
dónde exactamente está ubicado el dichoso Tótem, se hubiera quedado esperándome
por la eternidad.
Pero uno preguntaba y le decían… por las antenas. Se
referían, claro está, a las antenas de Aguadulce. E ingenuamente daba por
supuesto que el Tótem puñetero estaba al lado de las antenas o… poco más o
menos. Eso... y las ganas de fotografiarlo.
Si ya subir a las antenas tiene delito y no es en absoluto recomendable
para cualquiera que tenga en estima su salud y su integridad física, lo de
llegar al muñeco, supone como subir las antenas otras dos veces más. Y llegas a
verlas allá abajo… abajo… abajo…
Sin más dilación pido desde aquí perdón a mi amigo Enrique,
al que metí en este embolao sin conciencia cierta de lo que estaba haciendo.
Fue sin premeditación ni alevosía, amigo. Prometo, firmemente, no volver a
darme/darnos ningún disgusto de estos más sin antes comprobar, acta notarial
mediante, que la excursión será incolora, indolora e insípida.
En la página web del propio grupo senderista se puede leer:
"Orgulloso. Robusto. Con la penetrante mirada de un búho, que
sirve para vigilar toda la sierra de Enix y la bahía de Aguadulce. Cuestas
duras y escarpadas para visitarlo, amén de una pequeña pasarela de tierra
natural no apta para gente con vértigo. Hay que tener unos cuádriceps potentes
y unos ísquios ágiles para entrar en la morada del tótem indio de los 13
Runners Pies Negros.
Costó Dios y ayuda subirlo a su privilegiado lugar, en uno
de los balcones de Enix, que divisan todo el poniente almeriense. Los 300 kilos
de peso se unieron a las pendientes tan empinadas, con mucha piedra suelta y
arenilla que resbala.
Así, una furgoneta lo transportó hasta el túnel por el que
se atraviesa desde la parte norte de Aguadulce hasta el acceso a las antenas de
dicha localidad. Desde ahí para arriba, tres kilómetros y medio en carretilla,
tirando de cuerdas por delante y empujando desde atrás. Tan cansados o más que
en un ultra trail por montaña, los Pies Negros afrontaron el sprint final en
grupos de seis dándose relevos, para pasarlo por un estrecho cortado, que
conducía a su privilegiado asentamiento".
Me ha recordado esta aventura aquella otra de abril de 2016 –que
pueden leer en este mismo blog- y que promovido por mi amigo AA @ el Sherpa, al
que estas emociones le privan, consistió en alcanzar la cumbre de Sierra
Bermeja siguiendo el trazado de las torretas del tendido eléctrico que suben hasta
la misma. Pa habernos matao.
Mi nieta Lucía, doce años, al ver alguna de las fotos que
les acompaño y en un arranque de sinceridad adolescente, exclamó: A cualquier
hora me voy a poner yo a subir cuestas para llegar al espantajo ese.
Es una opinión, claro. Mis fieles lectores, mis queridos
amigos, advertidos quedan.
Estas cosas… prefiero que me las cuenten. Como yo a ti ahora.
8 comentarios:
Hola Juan
Felicitaciones por el logro conseguido , con el premio tan placentero que es conseguir,
objetivos que cuestan tanto esfuerzos y sudores pero que despues dejan tanta satisfaccion personal jajaja
Aun recuerdas las torretas para que comparando te da fuerza mental para otros objetivos que hayan a la vista y que se presentaran como si fueran la llamada de los dioses jajaja
Enhorabuena de nuevo para ti y tu amigo por aguantar los envites de los desniveles
Un abrazo amigo
Muy bien descrito amigo, el miércoles me dices de quedar otra vez para subir que va a subir su…😂😂😂
Eso si la cerveza buenísima
Gracias, amigo. Pero no ha variado mi parecer respecto de estas "heroicidades". Como decía mi abuela, carrera que el caballo no da, en el cuerpo la lleva.
Quedaremos para la cerveza que, con la conversación, es al final lo importante. Lo que es yo, allí no subo más. Ni por los Pies Negros ni por los Pies Blancos.
Se precisa estar un poco loco para embarcarse en una aventura como esa
MariaAntoniaBracco
Se necesita estar loco para embarcarse en una aventura como esa 🤦♀️
Pues... seguramente. Aunque en este caso más que locura fue ignorancia. Y la ignorancia, ya sabemos, es harto atrevida.
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