La Vidriera del Mairena


-Dios tolera lo intolerable; es irresponsable e inconsecuente.
No es un caballero.
(Don Jaime de Astarloa. El maestro de esgrima.)

-Escribir es meterse en charcos.
(Juan de Mairena.- Maestro Vidriero).


.

30/10/12

De Piedra Paloma a Punta Chullera

Para aliviarnos un poco de las fatigas que supuso nuestra subida al Nicio –maldita sea su estampa-, esta vez elegimos una ruta de nivel cero, de esas que discurren al lado mismo del mediterráneo y cuyo mayor desnivel supone subir o bajar los escalones del paseo marítimo de turno. Las vistas panorámicas desde la altura quedan superadas, con creces, por el paisaje marino y el andar ondulante de las chicas por la playa. Algo menos de 30 kilómetros –ida y vuelta- sin otra dificultad que el posible viento –poniente o levante- que ese día quiera soplar.

El coche lo dejaremos antes de llegar a la Urbanización Buenas Noches. Sobre el km. 148’500 de la N-340 se ubica una rotonda en la que saldremos de la carretera hacia el lado de la playa. Tras los edificios del complejo Bermuda Beach, se inicia el paseo marítimo que nos pondrá en el camino a Punta Chullera. Aquí bajamos las bicis, enjaezamos las monturas, ponemos los contadores a cero… y a disfrutar del camino, y las vistas.

de-la-sal (13)ph
Bermuda Beach

Este es el primer tramo –y el último- que habremos de biciclear. Corresponde a la urbanización Bermuda Beach y, comparado con el camino al Nicio, encontramos las mismas diferencias que entre Belén Esteban y Paloma Cuevas.

El paseo marítimo de Bermuda Beach enlaza con otro a medio construir, con firme de tierra prensada, y en el que ya se divisan los mejores referentes de nuestra ruta.

de-la-sal (14)ph

Justo al terminar este tramo encontramos la presencia imponente de la Piedra de la Paloma, referente novelístico de contrabandistas de hachís como Santiago Fisterra, al que Pérez Reverte tan bien describe en La Reina del Sur; jugándose algo más que la libertad en un tablero de ajedrez limitado por las aguas del estrecho y en el que las piezas blancas son las turbo hélices y el molinillo de Vigilancia Aduanera y de la Guardia Civil.

de-la-sal (8)ph
Piedra de la Paloma / ¿Qué les decía de las vistas?

Es aquí también donde deberemos apearnos de la borrica, bajar con ella a la orilla de la playa, y seguir de la mano… como dos enamorados… hasta llegar a la altura de la urbanización Torre de la Sal, en que podremos volver a un paseo de albero exquisitamente acondicionado. El mismo albero que nos llevará junto a los pies de la joya de este paseo, la Torre de la Sal.

torre

La Torre de la Sal es un baluarte situado en un promontorio sobre el mar, entre el río Manilva y el arroyo Camarate. Muy posiblemente es de origen nazarí y anterior al año 1500. Cuenta de dos cuerpos cuadrangulares, mayor el inferior, y con una bóveda sobre el más alto. Su estado de conservación –restaurada- es bueno y los alrededores han sido urbanizados, lo que la pone en valor. Sabemos que en la actualidad está bajo la protección de la Administración, pero ignoramos –a pesar de preguntarlo aquí y allá- de donde le proviene el nombre. Sólo nos dijeron que, si no nos gustaba, también era conocida por el Salto de la Mora.

Torre de la Sal-3

Enlazamos, uno tras otro, los distintos y coquetos paseos marítimos construidos por otras tantas urbanizaciones –ahora les obligan a hacerlo- en sentido al poniente. Al terminar la urbanización Marina de Casares, nos veremos en la tesitura de rodear la desembocadura de una rambla pie a tierra y bajando a la playa, o bien rodearla subiendo –por el antiguo club de tenis- hasta la plataforma de la N-340, para volver luego hacia el paseo marítimo. Nosotros optamos, como más natural, por la primera de ellas.


Rebasada esta rambla ya estamos en el paseo marítimo de San Luis de Sabinillas. Saludamos el monumento al pescador, en el centro neurálgico de la barriada, y seguimos hacia poniente

DSCN3250-2

… por la archiconocida Colonia Infantil, que dejamos a nuestra derecha. Deberíamos apuntar que, en el núcleo urbano de Sabinillas, hemos dejado durante unos 300 metros el paseo marítimo y nos hemos internado en sus calles, ante la imposibilidad de seguirlo en bicicleta. Volvemos a retomarlo a la altura del edificio de la Colonia.

Sabinillas a la espalda, casi de seguido nos adentramos en las instalaciones del Puerto Deportivo de la Duquesa, que recorremos por el interior, a pie de amarre.

de-la-sal (38)ph
Puerto de la Duquesa

Un poco más adelante deberíamos estar atentos al Castillo de la Duquesa y a la barriada que lo alberga, donde podremos admirar un enorme mural de cerámica

de-la-sal (42)ph

… con bancos a juego,

de-la-sal (39)ph

… y unas entrañables y humildes casas de pescadores –de los de antes-

de-la-sal (44)ph

Rebasado el Castillo de la Duquesa y su poblado, otras urbanizaciones de paseos igualmente acondicionados, sencillos, coquetos, nos irán acercando a nuestro destino.

de-la-sal (46)ph

Los últimos dos o tres kilómetros son de camino puro y duro. Atrás quedaron los paseos urbanizados y los residenciales de lujo. Ahora circulamos por caminos de los de siempre, pero muy aptos para andar en bicicleta. Y así rodaremos hasta llegar a la urbanización de Playa Paraíso. Desde aquí a la Punta de Chullera, 1.800 metros aproximadamente, no hay camino practicable. Se ofrecen al intrépido explorador dos opciones únicas: O sube por la calle Tubalitas al alto de la urbanización –lo que significa una pendiente del copón- para dejarse caer a Punta Chullera una vez alcanzado el alto, o sigue por la plataforma de la N-340 –tras el guardarrail, claro- hasta el punto de destino, lo que conlleva que en ocasiones se tendrá que bajar de la bici y arrastrarla. Nosotros practicamos las dos opciones, una a la ida…. N-340, y otra a la vuelta… subida al alto; pa gustos, colores.

de-la-sal
Alto de Playa Paraiso

Elijan la que elijan no pueden volver sin estar a los pies de la torre de Chullera. Esta, al contrario que la Torre de la Sal, está mal conservada, se encuentra cercada dentro de una finca que parece ser propiedad particular y no se permite el acceso.

de-la-sal (49)ph

Eso si, fotografías, todas las que quieran y si llegan acalorados siempre se pueden dar un baño en alguna de las preciosas calas situadas a los pies de la torre.

de-la-sal (54)ph

Ea, ahora les toca volver; ya conocen el camino.

No hay comentarios: