Uno es mucho más de García Pavón, que de Borges; más de Lope
que de Pratchett. Se evidencia, creo, me mojan más las letras de los patrios que los de allende las fronteras.
Por eso recuerdo que el próximo día 28, de aquí a na, se
cumplen 100 años del nacimiento de una poeta que llevo en el corazón; Gloria
Fuertes. Y escribo poeta porque a ella le horripilaba que la llamaran poetisa.
La he mencionado en este blog en más de una ocasión. Pero no quería dejar pasar este mes de calendario sin homenajearla. Sin incluir unos pocos de sus versos entre tanto cristalito de aventura y vida. En su memoria. En agradecimiento por los
momentos de placer lector y sentimientos que me regaló.
Con ello pretendo lavar también un poco la imagen de poeta
para niños que tiene la madrileña. Nada más lejos de la realidad. Quizás, en
todo caso, llegaba especialmente a aquellos que, como el que les escribe, nunca
dejaron de ser niños del todo.
¿Saben que Gloria era motera y que pilotaba frecuentemente
una Vespa? En aquellos años –los 50- era algo muy llamativo, un puntazo.
¿Saben que una aerolínea noruega llevó su foto en la cola de
sus aviones?
¿Saben que estuvo enamorada de la cantante Mari Trini y que
esta no le correspondió? Eso que ganó,
que mira que es sosita la MariTrini.
Hay tantas cosas que no saben… que no sabemos… de Gloria
Fuertes.
Decía de ella misma que la habían nombrado patrona de los amores
prohibidos. E intentaba imaginármela, sin conseguirlo, participando en el World
Pride que nuestros lumbreras postmodernos inventaron y celebraron estos días en
Madrid.
Espontánea,
divertida, irónica, disparatada, tierna, afectiva, surrealista, sencilla,
solidaria, sincera… así la definen en la página web de la Fundación Gloria
Fuertes. Yo añadiría algo más: Apasionada.
No es de
extrañar pues que sea una referencia para este maestro vidriero.
La soledad
es una hija de puta, le leí en alguna ocasión. Hoy, después de que te hubieras
ido, ya te digo que no; que no estarás sola mientras aquí quede alguien que te
lleve en la memoria.
Nací para nada o soldado,
y escogí lo difícil
-no ser apenas nada en el tablado-,
y sigo entre fusiles y pistolas
sin mancharme las manos.
y escogí lo difícil
-no ser apenas nada en el tablado-,
y sigo entre fusiles y pistolas
sin mancharme las manos.
Felicidades Gloria; cien años no se cumplen todos los días.
Y aunque llorabas aquello de,
Todos los míos han muerto hace años, y estoy más sola que yo
misma
Hoy en La Vidriera te dedicamos un cristalito para el
recuerdo.
... mi lápiz se deshace si lo cojo y escribo,
mi armario se estremece si lo abro y me asomo...
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