Uno sólo debería asomarse a este lugar, pegar cristalitos, cuando tiene alguna buena fotografía que mostrarles, algo que les pinte una sonrisa, les ilumine el día o sirva, como poco, para contarles algún cotilleo tipo La Noria que les ponga en la pista de que en todas las casas hay un cuadro ladeao. Se ahorraría con ello un buen número de pamplinas escritas y una no menos considerable merma en su prestigio como escritor, si es que alguna vez tuvo de eso.
Si ello no es así, las más de las veces, es porque la fotografía ha quedado impresa en la tarjeta dt –desastre total- del alma y no en la sd de la Nikon. En uno y en otro caso, mal que nos pese a ustedes y a mí, me veo en la necesidad de exponerlas.
Otros van al psicólogo y yo pego cristalitos pero, sin lugar a equivocarme, es la misma cosa.
El caso es que hoy creo que está justificada mi presencia aquí. Hoy les traigo cotilleo de primera calidad. Podía haberla titulado de otro modo, algo más genérico, pero estoy muy influenciado por Don Camilo y se me pegan con facilidad todas las guarradas.
La descubrí hace unos días en un lugar muy frecuentado de mi barrio.
A mí no me parece ni mal ni bien, más bien que mal, pero no deja de sorprenderme que con la cantidad de meapilas y de tiquismiquis tipo “me la agarro con papel de fumar” que hay en mi ciudad, aún no haya puesto nadie el grito en el cielo.
Máxime cuando el graffiti, una verdadera obra de arte por lo expresivo, se encuentra en el obligado paso hacia uno de los colegios más importantes de la zona.
Quizás sea que nos vamos sacudiendo viejos prejuicios o que aún no la haya visto el tonto de turno (pa mi que va a ser lo segundo), pero este año va a comenzar el curso con una clase gratuita de educación sexual.
En cualquier caso lo que si me parece estupendo es la invitación al disfrute, al gozo y a la vida sana. Porque… ¿sabe su merced?... resulta que eso de que se te caen los ojos o te quedas tontito, como tantas otras cosas, ha resultado ser purita mentira… cosas de curas.
Si ello no es así, las más de las veces, es porque la fotografía ha quedado impresa en la tarjeta dt –desastre total- del alma y no en la sd de la Nikon. En uno y en otro caso, mal que nos pese a ustedes y a mí, me veo en la necesidad de exponerlas.
Otros van al psicólogo y yo pego cristalitos pero, sin lugar a equivocarme, es la misma cosa.
El caso es que hoy creo que está justificada mi presencia aquí. Hoy les traigo cotilleo de primera calidad. Podía haberla titulado de otro modo, algo más genérico, pero estoy muy influenciado por Don Camilo y se me pegan con facilidad todas las guarradas.
La descubrí hace unos días en un lugar muy frecuentado de mi barrio.
A mí no me parece ni mal ni bien, más bien que mal, pero no deja de sorprenderme que con la cantidad de meapilas y de tiquismiquis tipo “me la agarro con papel de fumar” que hay en mi ciudad, aún no haya puesto nadie el grito en el cielo.
Máxime cuando el graffiti, una verdadera obra de arte por lo expresivo, se encuentra en el obligado paso hacia uno de los colegios más importantes de la zona.
Quizás sea que nos vamos sacudiendo viejos prejuicios o que aún no la haya visto el tonto de turno (pa mi que va a ser lo segundo), pero este año va a comenzar el curso con una clase gratuita de educación sexual.
En cualquier caso lo que si me parece estupendo es la invitación al disfrute, al gozo y a la vida sana. Porque… ¿sabe su merced?... resulta que eso de que se te caen los ojos o te quedas tontito, como tantas otras cosas, ha resultado ser purita mentira… cosas de curas.
NOTA DEL AUTOR: Desgraciadamente, el graffiti sobrevivió pocos días. El censor de turno no podía permitir semejante impudicia. Su sentido de la moralidad, y su spray de pintura negra, hicieron el resto. No me voy a tomar la molestia de mostrarles como quedó tan original dibujo.
1 comentario:
Muy explicito el grafiti,si señor.Aunque creo que va a durar lo que tarden en percatarse de el "las mentes sanas"de nuestra ciudad.Un saludo.
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