Carne con tomate, carne al ajillo, conejo, costilla, alitas de pollo, lomo, tocineta, hamburguesa, ajo blanco, orza, arroz, migas, salmonetes, jureles, gambas, cigalitas, jibia en salsa, jibia a la plancha, caracola, chopitos, chipirones, calamares, ensaladas varias, cherigans de todo, jamón, queso, mojama, pulpo espeluznao, pulpo a la gallega, pulpo a la marinera, pulpo, pescao de la barca, pollitos, almejas, aceitunas verdes, colorás, aceitunas, tapa de la casa y las que se me olvidan.
Tapas que son platos, y platos que te cobran al precio de la cerveza, te la comas o no. Que te la comes, claro.
¿Entienden sus mercedes porqué en Almería se come en los bares?.
Los Pirineos no están en Andorra. Y Rioja no está en el norte. Rioja está en Almería y Los Pirineos están en Rioja.
Y en Los Pirineos, se tapea de puta madre. Por eso es un establecimiento recomendado por la Guía Tarugo’s.
No hace muchos años la N-340 pasaba por la puerta de Los Pirineos. Ahora también pasa, pero ya no se llama –ni es- N-340. Era un bar de carretera, y siempre estaba lleno. Luego vino la circunvalación, la soledad absoluta, la barra vacía de clientes. Pero a grandes males grandes remedios, debió pensar Maruja.
Llenó su cocina y su barra de tapas exquisitas. Exquisitas y abundantes. Y Los Pirineos se volvieron a llenar de clientes a mediodía y a la hora de cenar. No hacen falta circunvalaciones para comer bien. Eso sí, absténganse delicados y pijos con y sin titulación; aquí los cinco tenedores suelen sustituirse por los cinco dedos.
Además, por si no hubieran acumulado méritos suficientes, son del Madrid, como atestiguan las banderas que cuelgan de sus paredes, y los goles se cantan entre pinchito de chipirón y chupetón de cabeza gambuna.
Lo único que se echa en falta, para ser un tugurio 10, es un apartaillo donde poder dormir la siesta con la camarera. Pero no ha lugar. No ha lugar de ninguna de las maneras. Así que para dormir la siesta habrá su merced de marchar a casa o hacerla debajo del puente. Del afamado puente de Rioja, antaño cruz e infierno de los automovilistas que llegaban o se iban de este precioso culo del mundo.
Si viene a verme, recuérdeme que le de un paseo por Los Pirineos.
Paga usté, claro.
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