La Vidriera del Mairena
2/4/14
la historia según Mairena: Juntos, por una vez
Sudáfrica, verano del 2010. La selección española de fútbol, la Roja, ha conseguido lo que ningún rey, ni político, ni gobernante, ni cristo que los menee, consiguió desde los tiempos en que Napoleón paseaba por España como si fuese el patio de su casa; que todos se sintieran parte de un algo común.
Bueno… todos menos los cuatro de siempre, aunque parezcan cuatrocientos dado el ruido que hacen.
Por generación espontánea aparecen los balcones engalanados con banderas nacionales y… verlo para creerlo, se afirma ser español casi sin venir a cuento.
Hasta la pata del caballo de Francisco Pizarro, allá en su Trujillo natal, aparece engalanada con la roja y gualda. Todo a mayor gloria de un albaceteño que, al batir al meta holandés Maarten, prendió la tan ansiada estrella no sólo del pecho de sus compañeros de equipo, sino de 35 millones de españoles.
Foto: Monumento a Francisco Pizarro, Trujillo, Cáceres.
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