-Cruz de Mayo en el Patio de Luces de la Diputación de Almería / 2018
Ya es mayo… cuando jase la caló.
Y con mayo vienen las cruces. Esta es tierra de cruces. Córdoba, Granada, Almería, llenan sus patios y rincones con estas floridas cruces que se forman, siempre, con claveles rojos o blancos. Las pueden ver en otros materiales, pero ni es lo usual, ni es lo correcto.
Los orígenes de las Cruces de Mayo se diluyen en la noche de los tiempos. Y cada uno le dará razón de ellos según su escuela. A poco que bichee en internet encontrará ciento y un antecedentes para tan antigua tradición. A día de hoy no es sino un motivo folklórico para reunirse los amigos en torno a un ambiente festivo en el que comer y beber sin más razón que la de estar vivos… que es la mejor de las razones. Así no es raro que cante y baile se unan a la liturgia de las cruces.
Uno de los detalles que el curioso espectador -no avezado en estas lides- observará en estos escenarios es la presencia de unas tijeras –casi siempre rotas- clavadas en una manzana. No es asunto de superstición, sino de observación.
En Andalucía, a las manzanas, se les llama también peros. No peras, sino peros.
Las tijeras clavadas en la manzana pretenden cortar, de raíz, las supuestas críticas que los espectadores pongan a la Cruz.
-Está muy bien, pero si hubieran puesto… pero si…
Pero si te quedarás en tu casa, todos estaríamos más tranquilos.
Y con mayo, y sus cruces, vienen las mayas… de las que ya hemos hablado aquí en otras ocasiones. Para el lector curioso que no se haya cansado de leer, le recuerdo que en mayo de 2010 puede encontrar más información sobre ellas -columna índice a la izquierda-.
Alegoría del comer y beber, en buena compañía
Siempre se agradece una propina para la organización
De lo que se trata es de darle gusto al cuerpo. Y vestidos, esto es lo mejor.
-Te ha quedado el cristalito super-chulo, pero… pero…